Nos encontramos en el casco histórico de la ciudad de Huesca, muy próximo a la plaza de la Catedral que ha sido durante siglos -y de alguna manera sigue siendo- el centro de la vida civil y religiosa de la ciudad de Huesca. Desde nuestro patio de recreo vemos la Catedral erguida y las cigüeñas revoloteando sobre ella.
La plaza de San Vicente (en donde está nuestro colegio) estuvo cerrada por la muralla de piedra de la ciudad. La plaza comunica la Ronda de Montearagón con la calle del Desengaño. Y es en la citada ronda donde se encuentran todavía los restos de la antigua puerta (conocida como la Porteta) que se conserva de la muralla que rodeaba la ciudad.
Frente al colegio, en el lado opuesto de la carretera se encuentra, ocupando las dependencias de la antigua Residencia Provincial de Niños, una parte del Campus Universitario. Y en el lado opuesto (por la calle del Desengaño) el Colegio Mayor “Ramón Acín” y el Museo Provincial. Así que culturalmente, históricamente y artísticamente nos sentimos privilegiados.
Y cuando estamos en las clases del segundo piso y divisamos la sierra y el castillo de Montearagón nos sentimos, si cabe, más privilegiados.